La etimología del nombre de esta raza deriva de la región geográfica que ocupa y del color de su capa. Es la única raza autoctóna de la especie porcina de la isla que le da nombre, y en ella se la conoce como Cerdo Negro Mallorquín. El Catálogo oficial de Razas de Ganado incluye a la raza Mallorquina en el Grupo de Razas Autóctonas en Peligro de extincion. El cerdo negro mallorquín pertenece al antiguo tronco ibérico. Actualmente se encuentra en proceso de recuperación y consolidación de sus censos. Con sus carnes se elaboran excelentes embutidos y con su grasa se hace la afamada sobrasada de Mallorca. Esta raza también está emparentada con otras razas del arco mediterraneo como la raza Casertana o la Mora Romagnola La evolución de las características del cerdo negro mallorquín durante los últimos siglos ha desarrollado este genoma específico e irrepetible en cualquier otro lugar. Se trata de unas peculiaridades genéticas muy adecuadas a su entorno, lo cual permitirá investigar, ahora, el comportamiento del animal a través del estudio del código genético.
La cabeza es de tamaño mediano, estrecha, con las mejillas grandes y gruesas. Su nariz es gruesa, con la parte distal poco acuminada. Las orejas, no muy grandes, están inclinadas hacia delante, sensiblemente caídas con respecto a la línea longitudinal de la cabeza.
El cuello es corto, ancho y musculado, presentando en su parte inferior un par de "mamellas" de tamaño considerable. El cuerpo tiene el pecho ancho y el costillar arqueado. La línea dorsal es recta o ligeramente arqueada y la ventral un poco curva, presentando siempre un mínimo de cinco pares de pezones hábiles. La grupa es larga, ancha y un poco caída. Los muslos y nalgas son largos y no muy anchos. La cola es delgada, de nacimiento alto y enrollada en espiral.
Las extremidades son finas y relativamente cortas, estando bien aplomadas. Sus pezuñas son de color negro.
La piel es fina, de coloración negra y tonalidad pizarra. El pelo es también de color negro, corto y fino, siendo su cantidad variable. La abundancia de pelo en estos animales motiva que parezcan más oscuros de color.
Es uno de los animales domésticos que primero se estableció en nuestras Islas y que se ha mantenido en explotación productiva hasta la actualidad, a causa de la especial incidencia que ha tenido en la economía familiar de la población rural durante muchos siglos. Es una raza bien definida y con unas características que la distinguen muy claramente de las razas procedentes de otras regiones.
La raza dispone de Libro Genealógico, publicado en el Butlletí Oficial de les Illes Balears, de 24 de junio de 1999.
El cerdo negro se cría y mantiene en explotación de formato extensivo clásico, en la actualidad más semiextensivo, mediante el aprovechamiento directo de muchas plantas, poco consumidas por las otras especies.
El resurgimiento de esta raza, iniciado a principios de los años ochenta a causa del tirón comercial atribuible a la puesta en el mercado de productos de una muy alta calidad, se ha consolidado en la actualidad.
El establecimiento de la Denominación Específica Sobrasada de Mallorca de Cerdo Negro, ha permitido, a través de su Consejo Regulador, la puesta en marcha de la normativa y cauces comerciales adecuados, para la producción y difusión de unos productos tradicionales, que han consolidado ya su presencia en el mercado, favoreciendo de esta forma el asentamiento y mejora de la raza.